Tú y yo, Rubén Darío

I

Yo vi un ave1
que süave2
sus cantares3
entonó4
y voló...5

Y a lo lejos,6
los reflejos7
de la luna en alta cumbre8
que, argentando las espumas9
bañaba de luz sus plumas10
de tisú...11
¡y eras tú!12

Y vi un alma13
que, sin calma,14
sus amores15
cantaba en tristes rumores;16
y su ser17
conmover18
a las rocas parecía;19
miró la azul lejanía...20
tendió la vista anhelante,21
suspiró, y cantando amante22
prosiguió...23
¡y era24
yo!25

II

¿Viste26
triste27
sol?28

Tan triste29
como él,30
¡sufro31
mucho32
yo!33

Yo en una34
doncella35
mi estrella36
miré...37
Y dile,38
amante,39
constante40
fe.41

Pero ingrata42
olvidóme,43
y no sabe44
que padezco45
cual no puede46
nunca, nunca47
comprender...48
¡Que mi pecho49
no suspira,50
ni mi lira51
tiene acordes52
de placer!53

Yo vi en la noche54
plácida luna55
que en la laguna56
se retrató;57
y vi una nube,58
que allá en el cielo,59
con denso velo60
la obscureció.61

Yo vi a la aurora,62
bañada en rosa,63
dorar la hermosa64
faz de la mar...65
Y vi los rayos66
de un sol ardiente67
que rudamente68
borraron luego,69
con rojo fuego,70
su bella faz...71

Así vi que bella72
naciera en un día,73
con dulce alegría,74
la aurora luciente75
de un plácido amor;76

¡mas hoy yo contemplo,77
no más en mi vida,78
de negro vestida,79
la estatua tremenda80
de amargo dolor!81

¡Hoy sólo me complace82
oír la queja amarga,83
que al cielo envía tierna84
la tórtola del monte85
con moribundo son!86
Sentir cómo susurra87
la brisa entre las hojas...88
¡Mirar el arroyuelo89
que al eco de la selva90
confunde su rumor!91
Canto cuando las estrellas92
esparcen su claridad:93
cuando argentan las espumas;94
¡las espumas de la mar!95
Canto cuando el ancho río96
murmurando triste va...97
Cuando el ruiseñor encanta98
¡con su arpegio celestial!99

Y al ronco mugir de las olas;100
la noche con su lobreguez;101
y el trueno que silva en los aires,102
¡me encanta y embriaga a la vez!103
Me place lo triste y lo alegre;104
me gusta la selva y el mar,105
y a todos saludo contento...106
¡Y algunos se ríen al verme!...107
Y, a veces, ¡me pongo a llorar!108

Yo adoré a una mujer con el fuego109
de mi joven y audaz corazón:110
mas ya he dicho que aquélla olvidóme,111
y que vivo en tremendo dolor.112
¿Estoy loco? No sé: lo que siento,113
no lo puedo jamás explicar.114
Es un rudo y feroce tormento...115
Nada más; nada más... ¡nada más!116

¿Qué soy? ¡Gota de agua desprendida117
del raudal turbulento de la vida!118
Soy... algo doloroso cual lamento...119
Arista débil que arrebata el viento!120
Soy ave de los bosques solitaria!...121
Deshojada y marchita pasionaria!...122
Pasionaria, ave, arista, llanto, espuma...123
¡perdido de este mundo entre la bruma!124

¡Felices aquellos que nunca han amado!125
¡Felices!... ¡Felices que no han apurado126
el cáliz terrible de un fiero dolor!127

Y ¿qué es el amor?128
¿Amor?... Germen fecundo de la dolencia humana...129
Origen venturoro de sin igual placer...130
con algo de la tarde y algo de la mañana...131
¡Con algo de la dicha y algo del padecer!132

¿No veis a la luna, que brilla fulgente en el cielo?133
¿No oís del arroyo el süave y callado rumor?134
¡Pues eso que brinda la luna tranquila, es consuelo!135
¡Pues eso que dice el arroyo en el bosque, es amor!136

¡Y amé! Tal vez mi vida no fuera dolorosa137
si hubiera conservado por siempre mi niñez,138
si nunca hubiera visto los ojos de una hermosa,139
lo rojo de sus labios, lo blanco de su tez!140

¡Felices aquellos que nunca han amado!141
¡Felices!... ¡Felices que no han apurado142
el cáliz terrible de un fiero dolor!143

¡Qué amargo es el amor!144
¡Qué amargo es el amor! ¡Así exclamando,145
yo cruzaré el desierto de mi vida,146
mostrando a todos mi profunda herida,147
que lágrimas y sangre está manando!148

Y al compás de canciones sombrías,149
cantaré de mi amor la memoria...150
Y sin gloria,151
llorando siempre, pasaré mis días152
¡entre polvo, entre lodo, entre escoria!153

Y al ronco mugir de las olas;154
la noche con su lobreguez;155
y el trueno que silva en los aires,156
serán mi tormento también.157
Me place lo triste y lo alegre:158
me gusta la selva y el mar...159
Yo siempre estaréme contento;160
y algunos, reirán al mirarme,161
¡y a veces, pondréme a llorar!162

Cantaré si el ancho río163
murmurando triste va;164
si el ruiseñor me encantare165
con su arpegio celestial;166
cuando mire a las estrellas167
esparcir su claridad168
sobre las peñas negruzcas169
y las espumas del mar.170
¿Por qué?... Porque sin amor,171
vuelan dolientes, sin calma,172
las avecillas del alma173
entre el viento del dolor.174

¡Daré dulces canciones175
a los fugaces vientos,176
para que entre sus alas177
las lleven lejos, lejos,178
del mundo hasta el confín!179
Iréme a las montañas...180
iréme a los oteros...181
y allí tal vez, ¡Dios santo!,182
tal vez seré feliz.183

¡Y en las alas del viento,184
oirá mis canciones185
la ingrata!... La ingrata186
a quien adoré.187
Aquélla que rióse188
de ver mi desgracia...189
Aquélla a quien dile190
mi amor y mi fe!191

¡Triste es la noche!192
Triste es la selva...193
Y del arroyo194
lo es el rumor;195
pero es más triste196
que el arroyuelo197
y que la noche,198
mi corazón.199

Mis acentos,200
en los vientos201
cual lamentos202
moribundos203
sonarán,204
como el eco205
que en el hueco206
del árbol seco,207
tiernos forman208
los Favonios209
al pasar.210

¡Aprendan211
los bardos212
mi historia213
de amor;214
y cántela215
todo216
el que es217
Trovador!218

¿Viste219
triste220
sol?221
¡Tan triste222
como él,223
sufro224
mucho225
yo!226

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Análisis

Tú y yo es un poema que Rubén Darío escribió en su adolescencia. Quien, en su etapa madura, sería llamado «príncipe de las letras castellanas» fue muy tempranamente conocido en su Nicaragua natal como «el poeta niño», autor de impecables sonetos.

Lo cierto es que, antes de cumplir diecinueve años de edad, Darío había escrito unos seis mil versos, es decir, la tercera parte de su producción lírica de toda la vida. Por ejemplo, en enero de 1879, mes en el que estaba cumpliendo doce años, compuso el siguiente soneto:

LA FE
En medio del abismo de la duda
lleno de oscuridad, de sombra vana
hay una estrella que reflejos mana
sublime, sí, mas silenciosa, muda.
Ella, con su fulgor divino, escuda,
alienta y guía a la conciencia humana,
cuando el genio del mal con furia insana
golpéala feroz, con mano ruda.
¿Esa estrella brotó del germen puro
de la humana creación? ¿Bajó del cielo
a iluminar el porvenir oscuro?
¿A servir al que llora de consuelo?
No sé, mas eso que a nuestra alma inflama
ya sabéis, ya sabéis, la Fe se llama.

Sobre las creaciones de Darío en su adolescencia, el narrador, poeta y ensayista argentino Alberto Julián Pérez, en su libro La poesía de Rubén Darío. Crisis post-romántica y los modelos literarios modernistas (1992), dice:

Realizó en su adolescencia una obra poética romántica intelectual de relieve. Incorporó a la poesía social el análisis crítico y el comentario intertextual, defendió los grandes principios liberales de las revoluciones burguesas decimonónicas: democracia, progreso cívico, libertad política, religiosa y educacional, rebelándose contra los abusos de la religión institucionalizada y la tiranía.

Por su parte, Ítalo Silvano Nocetti Salazar, en su tesis doctoral El sujeto de la obra lírica de Rubén Darío (2017), escribe:

Se afirma que examinando sus textos juveniles ─tanto poemas como artículos periodísticos─, se puede deducir que leyó, al menos, cuarenta y dos autores españoles, treinta y tres autores hispano-americanos, doce franceses y los alemanes Heine y Goethe. De Shakespeare: El mercader de Venecia, Macbeth, El rey Lear, Romeo y Julieta, La tempestad. Posiblemente, leyó algunos textos de Poe, Longfellow y Byron. De los clásicos se ha constatado que en ese momento pasaron por sus manos Homero, Virgilio, Cicerón, Juvenal y Horacio.

Sobre Tú y yo, el hispanista estadounidense Erwin Kempton Mapes, en su tesis doctoral L´Influence française dans l´ouvre de Rubén Darío (1925), sostiene que ese poema posee rasgos estilísticos que son una mímesis del poema Djinns (Genios), de Victor Hugo. La crítica literaria opina unánimemente que Víctor Hugo fue la principal influencia en la obra temprana de Darío. El poema del escritor francés tiene una estructura de versificación compleja: los versos se hacen más largos o más cortos según sea mayor o menor, respectivamente, la presencia de los djinns. Darío hace lo mismo en su poema, aunque las variaciones responden al grado de exaltación, de energía y de aceptación del destino. Al respecto, Nocetti Salazar dice:

Entonces, el poema de Darío es imitación en lo que respecta a una forma poética hugoliana bien precisa. No obstante, el contenido podría estar compuesto de múltiples referencias, desde los trovadores al romanticismo latinoamericano. Dicho de otro modo, el romanticismo en Darío corresponde a una recepción específica de la poesía europea, que surge de la necesidad de una expresión lírica americana.
[…]
En la experiencia de la pasión erótica expresada en Tú y yo, la desilusión amorosa es central y aparece recurrentemente en otros textos juveniles posteriores.

La característica distintiva del poema Tú y yo es la evolución de la cantidad de sílabas métricas a lo largo de las treinta estrofas que lo conforman. Luego de la primera parte introductoria, compuesta de tres estrofas, la segunda parte comienza, en la cuarta estrofa, con versos de dos sílabas y, a medida que avanzan las estrofas, va aumentando la extensión métrica hasta llegar a quince sílabas en la estrofa decimoctava. Allí, se inicia el paulatino descenso que lleva a la estrofa final compuesta de versos de dos sílabas.

No todas las estrofas son de métrica única; hay cinco estrofas de la segunda parte que tienen dos o tres métricas diferentes. Para apreciar el efecto del artilugio de escansión, tomemos la cantidad de sílabas del verso más largo de cada estrofa y representemos cada sílaba con una letra M, de modo que, por ejemplo, un verso de dos sílabas se represente MM y uno de diez sílabas se represente MMMMMMMMMM. Hecho esto con todas las estrofas, y disponiendo los versos en forma centralizada, la silueta resultante es la siguiente:

Como puede verse, el joven Darío ha querido exhibir sus precoces habilidades en la manipulación de las herramientas poéticas. Por otra parte, es característica típica de los artistas jóvenes experimentar, ensayar y probar distintos caminos en búsqueda del que habrán de adoptar como el suyo propio y personal.

La cantidad de versos por estrofa de Tú y yo es variable, entre tres, en la cuarta estrofa, y dieciocho, en la duodécima estrofa. La rima, generalmente consonante, está repartida en forma desigual. La cantidad de versos sueltos o versos blancos también es variable.

A propósito de la temática amorosa de este poema, cabe recordar que el poeta y ensayista español Pedro Salinas, en La poesía de Rubén Darío (1948), postula como principal tema de la producción dariana el del amor erótico, y dice que «los sentidos son los señores absolutos de la lírica de amor de Rubén durante su primera época».

Nota de Javier Collazo.

Collazo, Javier. Ago., 2023. Tú y yo, de Rubén Darío. Poemario. Acceso en https://poemario.com/tu-y-yo/

Ejemplos de figuras literarias en Tú y yo

Figuras literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "Y a lo lejos, los reflejos de la luna en alta cumbre que, argentando las espumas bañaba de luz sus plumas de tisú... ¡y eras tú!" Plantea la belleza y luminosidad de la persona amada.
Metáfora "¡Hoy sólo me complace oír la queja amarga, que al cielo envía tierna la tórtola del monte con moribundo son!" Resalta la tristeza y el dolor que se siente.
Símil "Yo vi en la noche plácida luna que en la laguna se retrató; y vi una nube, que allá en el cielo, con denso velo la obscureció." El símil compara la oscuridad que cubre la luna con un denso velo, implicando la tristeza y la oscuridad que ha cubierto la vida del autor.
Anáfora "Canto cuando las estrellas esparcen su claridad: cuando argentan las espumas; ¡las espumas de la mar! Canto cuando el ancho río murmurando triste va..." La anáfora en la repetición de "canto cuando" al comienzo de varios versos enfatiza el momento en que el autor se siente inspirado para cantar, a pesar de su tristeza.
Metonimia "Pero ingrata olvidóme, y no sabe que padezco cual no puede nunca, nunca comprender... ¡Que mi pecho no suspira, ni mi lira tiene acordes de placer!" La metonimia utiliza la "lira" para representar la expresión de los sentimientos, transmitiendo que ya no puede encontrar consuelo en la música o la poesía.
Elipsis "¡mas hoy yo contemplo, no más en mi vida, de negro vestida, la estatua tremenda de amargo dolor!" La elipsis omite información que se puede inferir en el contexto, en este caso, no se menciona explícitamente el objeto de su amor, pero se entiende que la "estatua" representa la pérdida o el alejamiento de su amada.
Prospopeya "Y vi un alma que, sin calma, sus amores cantaba en tristes rumores; y su ser conmover a las rocas parecía;" La prospopeya atribuye características humanas a un alma, en este caso, cantando sus amores y conmoviendo a las rocas, lo que sugiere la intensidad del dolor y la tristeza.
Hiperbatón "Yo vi un ave que süave sus cantares entonó y voló..." El hiperbatón altera el orden gramatical de las palabras en la frase para enfatizar la imagen del ave cantando suavemente y volando, lo que sugiere una sensación de libertad y armonía.
Hipérbole "En esa palabra que leve murmura Y en ese gemido que lanzan los dos" La hipérbole exagera la importancia de la palabra y el gemido, resaltando la intensidad emocional de la despedida entre los amantes.


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