Poema a Dios, ese pajarito mandón, Julio Cortázar

No es necesario que me mandes, perro,1
el mar se asiste solo.2
Lo más mísero del pelo contraría la rueda3
pero ya sabemos tonsurar el destino.4

Estoy,5
por eso peligro.6
¡Todo me empuja!7
En la multitud un fósforo presume8
del futuro penacho.9

Pero sólo,10
solo con el perro mirándome.11

No me ordenes nada,12
no te obedeceré, y entonces13
será horrible.14

Vómito de ojos.15

16

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PDF Poema a Dios, ese pajarito mandón



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Análisis

Nos encontramos ente un peculiar y breve poema escrito por el célebre y fructífero autor argentino Julio Cortázar. Cortázar nació en Bruselas en el año 1914, y murió en París en 1984. Pasó su primera infancia en su ciudad natal, a la edad de cuatro años fue a vivir a Argentina donde se formó en Magisterio y Letras y trabajó como profesor de Literatura y Lengua. Tras unos años desempeñando su labor de profesor recibió una beca para estudiar en París. En la capital francesa completó estudios en Traducción de inglés y francés y logró un buen puesto de trabajo en la UNESCO. Realizó muchos viajes y encuentros diplomáticos debido a su trabajo.

Su obra fue escrita principalmente en París, y trató diversos y variados temas: el amor, y el enamoramientos, temores de nuestra existencia, soledad, vacío existencial, el futuro, el destino etc., así como novedosas formas literarias. Se le considera introductor de los subgéneros literarios de la prosa poética, el relato y la narración breve.

La poesía de Cortázar contiene matices propios del surrealismo, aunque también llevó a cabo una poesía más social tras la Revolución cubana, acontecimiento histórico que lo marcaría. Su poesía, así como su personalidad, también se vio fuertemente marcada por algunos periodos de depresión a causa de circunstancias personales.

Con este poema Cortázar demuestra un resentimiento contra toda la creación focalizado en la figura de un Dios inútil para él que intenta dominarlo todo y sembrar el miedo en los seres humanos.

El poema cuenta con quince versos de arte menor en su mayoría y que no presenta, en general, mucha elaboración retórica. Se limita a expresar tal cual vienen a su mente las diferentes ideas que él percibe de Dios, todas ellas negativas. Se trata de un puro insulto a la figura del creador y una excepción a la premisa de la cual solemos partir cuando afirmamos que la poesía es una manera de observar y expresar la belleza.

Podemos deducir de este poema que Cortázar cree firmemente en la existencia de un ser superior, aunque, claro está, no es de su agrado: en ningún momento niega su existencia, y de hecho se dirige directamente a él como si de una persona (o un animal) se tratara. Entendemos que ha sido educado en el temor a Dios y por eso lo desafía. Quiere negarse a tener que cumplir las órdenes divinas: “No es necesario que me mandes” (verso 1), “ya sabemos tonsurar el destino” (verso 4), “¡todo me empuja!” (verso 7), “pero solo” (verso 10), “No me ordenes nada, / no te obedeceré” (versos 12 y 13). Cortázar quiere hacer saber que todo aquello negativo que nos ocurre no proviene de Dios sino del peligro que supone el mero hecho de existir: “Estoy, / por eso peligro” (veros 5 y 6).

Podemos ser grandes admiradores de Julio Cortázar, y sin duda fue un gran escritor, pero este poema es de muy mal gusto para todas aquellas personas que creen en Dios; e incluso aquellas que no creen pueden preferir, y no es extraño, palabras positivas en lugar de insultos. Cada poeta, en definitiva, escribe sobre aquello que lo conmueve, y cada lector después, elige sus lecturas.

Nota de Victoria Jorrat.

Jorrat, Victoria. Mar., 2014. Poema a Dios, ese pajarito mandón, de Julio Cortázar. Poemario. Acceso en https://poemario.com/poema-a-dios/