Nanas de la cebolla, Miguel Hernández

La cebolla es escarcha1
cerrada y pobre.2
Escarcha de tus días3
y de mis noches.4
Hambre y cebolla,5
hielo negro y escarcha6
grande y redonda.7

En la cuna del hambre8
mi niño estaba.9
Con sangre de cebolla10
se amamantaba.11
Pero tu sangre12
escarchada de azúcar,13
cebolla y hambre.14

Una mujer morena15
resuelta en luna16
se derrama hilo a hilo17
sobre la cuna.18
Ríete niño19
que te traigo la luna20
cuando es preciso.21

Alondra de mi casa,22
ríete mucho.23
Es tu risa en tus ojos24
la luz del mundo.25
Ríete tanto26
que mi alma al oírte27
bata el espacio.28

Tu risa me hace libre,29
me pone alas.30
Soledades me quita,31
cárcel me arranca.32
Boca que vuela,33
corazón que en tus labios34
relampaguea.35

Es tu risa la espada36
más victoriosa,37
vencedor de las flores38
y las alondras.39
Rival del sol.40
Porvenir de mis huesos41
y de mi amor.42

La carne aleteante43
súbito el párpado,44
el vivir como nunca45
coloreado.46
¡Cuánto jilguero47
se remonta, aletea,48
desde tu cuerpo!49

Desperté de ser niño:50
nunca despiertes.51
Triste llevo la boca:52
ríete siempre.53
Siempre en la cuna,54
defendiendo la risa55
pluma por pluma.56

Ser de vuelo tan alto,57
tan extendido,58
que tu carne es el cielo59
recién nacido.60
¡Si yo pudiera61
remontarme al origen62
de tu carrera!63

Al octavo mes ríes64
con cinco azahares.65
Con cinco diminutas66
ferocidades.67
Con cinco dientes68
como cinco jazmines69
adolescentes.70

Frontera de los besos71
serán mañana,72
cuando en la dentadura73
sientas un arma.74
Sientas un fuego75
correr dientes abajo76
buscando el centro.77

Vuela niño en la doble78
luna del pecho:79
él, triste de cebolla,80
tú, satisfecho.81
No te derrumbes.82
No sepas lo que pasa83
ni lo que ocurre.84

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Análisis

El poeta español Miguel Hernández publicó su primer libro, Perito en lunas, en 1933, cuando tenía veintidós años de edad. Su trato con Vicente Aleixandre y Pablo Neruda significó su entrada en el mundo del surrealismo, en el que no permanecería mucho tiempo, pues su poesía pronto se trasladó a la temática social y política. Iniciada la guerra civil española, se alistó en el ejército republicano y se afilió al Partido Comunista de España. Desde inicios de 1937, se desempeñó como comisario político del ejército, lo que, al finalizar la guerra en abril de 1939, le valió ser apresado y condenado a muerte, pena que le fue conmutada por la de treinta años de prisión. En marzo de 1937, se había casado con Josefina Manresa. En ese mismo año, tuvo un hijo que murió al año siguiente. En enero de 1939, nació su segundo hijo, Manuel Miguel.

Estando en prisión, el poeta recibió de su esposa una carta diciéndole que, si bien amamantaba a su hijo, ella no tenía más que pan y cebolla para comer. Miguel Hernández escribió entonces las Nanas de la cebolla y las remitió a Josefina junto con su respuesta. Tras ser trasladado a diversas cárceles, murió de tuberculosis en marzo de 1942, a los treinta y un años de edad.

Hernández había sido autodidacta en materia de versificación, sobre todo a través de la lectura de los grandes autores del Siglo de Oro, muy especialmente Góngora, Cervantes, Lope de Vega, Calderón de la Barca, Garcilaso y Quevedo. Se relacionó con los escritores de la llamada Generación del 27 (Salinas, Altolaguirre, García Lorca, Cernuda, Jorge Guillén, Aleixandre, Gerardo Diego, Dámaso Alonso, Rafael Alberti, entre otros), pero los estudiosos dudan en asignarlo a la misma o a la Generación del 36, integrada por poetas y dramaturgos de la época de la Guerra Civil y de la que algunos críticos opinan que Miguel Hernández fue símbolo principal.

Las Nanas de la cebolla es el último poema de Cancionero y romancero de ausencias, libro que recopila poemas escritos entre 1938 y 1941 mientras su autor estaba en prisión. Se publicó póstumamente en Buenos Aires, Argentina. Es considerada una obra en la que Hernández demuestra haber alcanzado la plenitud de su madurez literaria.

Antes había publicado los poemarios Perito en lunas (1933), El rayo que no cesa (1936) y Viento del pueblo (1937). Su poemario El hombre acecha (1937-1938) fue secuestrado en imprenta en 1939 y no se publicó hasta 1981. Hernández había compuesto también las obras de teatro Quien te ha visto y quien te ve y sombra de lo que eras (1933), El torero más valiente (1934), Los hijos de la piedra (1935), El labrador de más aire (1937) y Teatro en la guerra (1937).

Según el escritor y profesor hispanista Juan Cano Ballesta (La poesía de Miguel Hernández, 1978), en su respuesta a Josefina el 12 de septiembre de 1939 y desde su celda de la cárcel de la calle Torrijos en Madrid, Miguel escribió:

El olor de la cebolla que comes me llega hasta aquí y mi niño se sentirá indignado de mamar y sacar zumo de cebolla en vez de leche. Para que lo consueles, te mando esas coplillas que le he hecho, ya que para mí no hay otro quehacer que escribiros a vosotros o desesperarme.

Así, pues, el poeta compone una canción de cuna para su hijo Manuel Miguel. Según expone el doctor en Comunicación y ensayista chileno Alejandro Carreño T., en su ensayo Las nanas de la cebolla: un poema con historia (2021):

Las nanas de la cebolla es un poema con historia […] que permanece oculto algunos años hasta aparecer publicado con otro título por primera vez en la revista Halcón, N. 9, de Valladolid, en 1946: Nana a mi niño. Es importante aclarar ahora que el famoso poema no fue titulado por Miguel Hernández, como sí lo hizo con la mayoría de sus composiciones en su cuaderno de 66 páginas y 79 composiciones […] La publicación de la revista Halcón presenta, además, una serie de erratas que corrige la edición de Miguel Hernández. Obra Poética Completa [realizada por Editor digital Titivillus, ePub, 1976].

Como suele ocurrir en las ediciones basadas en manuscritos y no supervisadas por el autor, con el correr de los años llegan a circular distintas versiones de una obra. En el caso de Nanas de la cebolla, es posible encontrar textos diferentes en algunos versos cuya grafía manual era de dudosa comprensión en el original. Se muestran a continuación algunos versos con su numeración en el poema y las dos distintas versiones que suelen hallarse para cada uno.

El poema consta de doce seguidillas compuestas, es decir, estrofas de siete versos de arte menor formadas por tres heptasílabos (versos 1, 3 y 6) y cuatro pentasílabos (versos 2, 4, 5 y 7). Los pentasílabos riman en asonante, el verso 2 con el 4 y el 5 con el 7. Los heptasílabos son versos sueltos. El esquema de la estructura, pues, es 7a 5b 7c 5b 5d 7e 5d.

Aunque hay ejemplos de esta forma poética desde el siglo XV, pasó a usarse en la poesía culta a partir del siglo XVII, generalmente en asuntos ingeniosos o humorísticos. He aquí un ejemplo de Manuel Machado:

Una fiesta se hace
con tres personas:
una baila, otra canta,
y la otra toca.
Ya me olvidaba
de los que dicen “¡ole!”
y tocan palmas.

Obsérvense los siguientes detalles de Nanas de la cebolla:

– A partir de la cuarta estrofa, el autor se dirige únicamente al niño, e introduce la metáfora niño / risa / pájaro («Alondra de mi casa, / ríete mucho») a la que seguirá recurriendo hasta el final del poema.

– En los dos primeros versos de la octava estrofa («Desperté de ser niño: nunca despiertes»), los dos puntos sustituyen el nexo correspondiente a una oración consecutiva, queriendo significar «Desperté de ser niño / [por lo tanto, tú] nunca despiertes».

– «La selección de sustantivos cuya significación se vincula con el color blanco (escarcha, luna, dientes, jazmines, azahares) evoca de forma inconsciente y continuada el motivo, realista y poético, que es a la vez origen e hilo conductor de la nana: la cebolla. Junto a este elemento tan humilde, metonimia de la pobreza, la estructura cerrada del poema y el «llanto» sugerido en antítesis con «risa», contribuyen a que las Nanas de la cebolla revistan esa sencillez patética de la que habla Lorca cuando se refiere a la canción de cuna española». (Carmen Fernández Alonso y David Lorente Fernández, Nanas infantiles o canciones de cuna españolas, 2020).

En la carta con la que Miguel Hernández envió a Josefina las Nanas de la cebolla, el poeta español decía:

¡Pobre cuerpo! Entre sarna, piojos, chinches y toda clase de animales, sin libertad, sin ti, Josefina, y sin ti, Manolillo de mi alma, no sabe a ratos qué postura tomar, y al fin toma la de la esperanza que no se pierde nunca.

Refiriéndose a Miguel Hernández, Pablo Neruda dijo: «Desterró la sombra en una España oscura».

Nota de Javier Collazo.

Collazo, Javier. Sep., 2023. Nanas de la cebolla, de Miguel Hernández. Poemario. Acceso en https://poemario.com/nanas-cebolla/

Ejemplos de figuras literarias en Nanas de la cebolla

Figuras literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "La cebolla es escarcha" La cebolla se compara con la escarcha, refiriéndose a su aspecto frío y duro.
Metáfora "Con sangre de cebolla se amamantaba" Se compara la sangre con el jugo de la cebolla, sugiriendo la pobreza y el hambre que enfrenta el niño.
Metáfora "Una mujer morena, resuelta en luna" La mujer se compara con la luna, sugiriendo su belleza y su presencia luminosa en la oscuridad.
Símil "Es tu risa en los ojos la luz del mundo" La risa del niño se compara con la luz del mundo, destacando su importancia y lo que aporta a la vida del autor.
Prosopopeya "Ríete, niño, que te tragas la luna cuando es preciso" Se le atribuye al niño la capacidad de "tragarse la luna", personificándolo como un ser mágico y poderoso.
Metonimia "Al octavo mes ríes con cinco azahares" Los "cinco azahares" hacen referencia a los cinco dientes del niño, utilizando una parte (los dientes) para representar el todo (el niño).
Elipsis "Desperté de ser niño. Nunca despiertes." Se omite la transición de la infancia a la edad adulta, enfocándose en el deseo del autor de que el niño nunca pierda su inocencia.


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  • Hernando May., 2023

    Sólo de la pluma sensible y profundamente humana de Miguel Hernández, el poeta soldado, podría salir esta joya de la literatura hispanoamericana. Gracias a Serrat por colocarla en contexto y contribuir a que la obra del poeta de Orihuela sea conocido por las nuevas generaciones.

  • César escobar Mar., 2023

    Gracias Serrat, por tu cantar bello conocí este poema, nanas de la cebolla, en el que como dice Miguel Hernández, ver reír a nuestra compañera en momentos difíciles de la vida, me pone alas y me hace libre.

  • juan moreno bardon Mar., 2023

    Los buenos mueren jóvenes, Hernández, Bécquer, García Lorca, y tanto otros, pero nos dejaron su gran legado que pervivirá por siempre
    Este poema es de una sensibilidad y dramatismo al mimo tiempo que te encoge el corazón.

  • Martín Rodríguez Mar., 2023

    Y si a la belleza del poema le añades la sensibilidad de Serrat, en su canción homónima… es algo para oír una y otra vez .

  • Mario Valdés Nov., 2022

    Whao un poeta fuera de serie,con un conocimiento profundo de la poesía
    Creo k fue el mejor entre Machado,Lorca y Ramon Sije su amigo de la infancia donde le dedica el poema Elejia

  • Daniel Somohano Jul., 2022

    Imposible leer este poema y no sentir ese amor y esa desesperanza. Amo profundamente la poesía de Miguel Hernández

  • Magda Barba Abr., 2022

    Invariablemente este poema me toca el alma y me hace llorar. Maravillosa la capacidad de Miguel Hernández para plasmar tanto dolor en un poema tan bello.