Algo sobre la muerte del Mayor Sabines, Jaime Sabines

PRIMERA PARTE I

Déjame reposar,1
aflojar los músculos del corazón2
y poner a dormitar el alma3
para poder hablar,4
para poder recordar estos días,5
los más largos del tiempo.6

Convalecemos de la angustia apenas7
y estamos débiles, asustadizos,8
despertando dos o tres veces de nuestro escaso sueño9
para verte en la noche y saber que respiras.10
Necesitamos despertar para estar más despiertos11
en esta pesadilla llena de gentes y de ruidos.12

Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas,13
por eso es que este hachazo nos sacude.14
Nunca frente a tu muerte nos paramos15
a pensar en la muerte,16
ni te hemos visto nunca sino como la fuerza y la17
alegría.18
No lo sabemos bien, pero de pronto llega19
un incesante aviso,20
una escapada espada de la boca de Dios21
que cae y cae y cae lentamente.22
Y he aquí que temblamos de miedo,23
que nos ahoga el llanto contenido,24
que nos aprieta la garganta el miedo.25

Nos echamos a andar y no paramos26
de andar jamás, después de medianoche,27
en ese pasillo del sanatorio silencioso28
donde hay una enfermera despierta de ángel.29
Esperar que murieras era morir despacio,30
estar goteando del tubo de la muerte,31
morir poco, a pedazos.32

No ha habido hora más larga que cuando no33
dormías,34
ni túnel más espeso de horror y de miseria35
que el que llenaban tus lamentos,36
tu pobre cuerpo herido.37

II

Del mar, también del mar,38
de la tela del mar que nos envuelve,39
de los golpes del mar y de su boca,40
de su vagina obscura,41
de su vómito,42
de su pureza tétrica y profunda,43
vienen la muerte, Dios, el aguacero44
golpeando las persianas,45
la noche, el viento.46

De la tierra también,47
de las raíces agudas de las casas,48
del pie desnudo y sangrante de los árboles,49
de algunas rocas viejas que no pueden moverse,50
de lamentables charcos, ataúdes del agua,51
de troncos derribados en que ahora duerme el rayo,52
y de la yerba, que es la sombra de las ramas del cielo,53
viene Dios, el manco de cien manos,54
ciego de tantos ojos,55
dulcísimo, impotente.56
(Omniausente, lleno de amor,57
el viejo sordo, sin hijos,58
derrama su corazón en la copa de su vientre.)59

De los huesos también,60
de la sal más entera de la sangre,61
del ácido más fiel,62
del alma más profunda y verdadera,63
del alimento más entusiasmado,64
del hígado y del llanto,65
viene el oleaje tenso de la muerte,66
el frío sudor de la esperanza,67
y viene Dios riendo.68

Caminan los libros a la hoguera.69
Se levanta el telón: aparece el mar.70

(Yo no soy el autor del mar.)71

III

Siete caídas sufrió el elote de mi mano72
antes de que mi hambre lo encontrara,73
siete veces mil veces he muerto74
y estoy risueño como en el primer día.75
Nadie dirá: no supo de la vida76
más que los bueyes, ni menos que las golondrinas.77
Yo siempre he sido el hombre, amigo fiel del perro,78
hijo de Dios desmemoriado,79
hermano del viento.80
¡A la chingada las lágrimas!,dije,81
y me puse a llorar82
como se ponen a parir.83
Estoy descalzo, me gusta pisar el agua y las piedras,84
las mujeres, el tiempo,85
me gusta pisar la yerba que crecerá sobre mi tumba86
(si es que tengo una tumba algún día).87
Me gusta mi rosal de cera88
en el jardín que la noche visita.89
Me gustan mis abuelos de Totomoste90
y me gustan mis zapatos vacíos91
esperándome como el día de mañana.92
¡A la chingada la muerte!, dije,93
sombra de mi sueño,94
perversión de los ángeles,95
y me entregué a morir96
como una piedra al río,97
como un disparo al vuelo de los pájaros.98

IV

Vamos a hablar del Príncipe Cáncer,99
Señor de los Pulmones, Varón de la Próstata,100
que se divierte arrojando dardos101
a los ovarios tersos, a las vaginas mustias,102
a las ingles multitudinarias.103

Mi padre tiene el ganglio más hermoso del cáncer104
en la raíz del cuello, sobre la subclavia,105
tubérculo del bueno de Dios,106
ampolleta de la buena muerte,107
y yo mando a la chingada a todos los soles del mundo.108
El Señor Cáncer, El Señor Pendejo,109
es sólo un instrumento en las manos obscuras110
de los dulces personajes que hacen la vida.111

En las cuatro gavetas del archivero de madera112
guardo los nombres queridos,113
la ropa de los fantasmas familiares,114
las palabras que rondan115
y mis pieles sucesivas.116

También están los rostros de algunas mujeres117
los ojos amados y solos118
y el beso casto del coito.119
Y de las gavetas salen mis hijos.120
¡Bien haya la sombra del árbol121
llegando a la tierra,122
porque es la luz que llega!123

V

De las nueve de la noche en adelante,124
viendo televisión y conversando125
estoy esperando la muerte de mi padre.126
Desde hace tres meses, esperando.127
En el trabajo y en la borrachera,128
en la cama sin nadie y en el cuarto de niños,129
en su dolor tan lleno y derramado,130
su no dormir, su queja y su protesta,131
en el tanque de oxígeno y las muelas132
del día que amanece, buscando la esperanza.133

Mirando su cadáver en los huesos134
que es ahora mi padre,135
e introduciendo agujas en las escasas venas,136
tratando de meterle la vida, de soplarle137
en la boca el aire...138

(Me avergüenzo de mí hasta los pelos139
por tratar de escribir estas cosas.140
¡Maldito el que crea que esto es un poema!)141

Quiero decir que no soy enfermero,142
padrote de la muerte,143
orador de panteones, alcahuete,144
pinche de Dios, sacerdote de penas.145
Quiero decir que a mí me sobre el aire...146

VI

Te enterramos ayer.147
Ayer te enterramos.148
Te echamos tierra ayer.149
Quedaste en la tierra ayer.150
Estás rodeado de tierra151
desde ayer.152
Arriba y abajo y a los lados153
por tus pies y por tu cabeza154
está la tierra desde ayer.155
Te metimos en la tierra,156
te tapamos con tierra ayer.157
Perteneces a la tierra158
desde ayer.159
Ayer te enterramos160
en la tierra, ayer.161

VII

Madre generosa162
de todos los muertos,163
madre tierra, madre,164
vagina del frío,165
brazos de intemperie,166
regazo del viento,167
nido de la noche,168
madre de la muerte,169
recógelo, abrígalo,170
desnúdalo, tómalo,171
guárdalo, acábalo.172

VIII

No podrás morir.173
Debajo de la tierra174
no podrás morir.175
Sin agua y sin aire176
no podrás morir.177
Sin azúcar, sin leche,178
sin frijoles, sin carne,179
sin harina, sin higos,180
no podrás morir.181
Sin mujer y sin hijos182
no podrás morir.183
Debajo de la vida184
no podrás morir.185
En tu tanque de tierra186
no podrás morir.187
En tu caja de muerto188
no podrás morir.189
En tus venas sin sangre190
no podrás morir.191
En tu pecho vacío192
no podrás morir.193
En tu boca sin fuego194
no podrás morir.195
En tus ojos sin nadie196
no podrás morir.197
En tu carne sin llanto198
no podrás morir.199
No podrás morir.200
No podrás morir.201
No podrás morir.202
Enterramos tu traje,203
tus zapatos, el cáncer;204
no podrás morir.205
Tu silencio enterramos.206
Tu cuerpo con candados.207
Tus canas finas,208
tu dolor clausurado.209
No podrás morir.210

IX

Te fuiste no sé a dónde.211
Te espera tu cuarto.212
Mi mamá, Juan y Jorge213
te estamos esperando.214
Nos han dado abrazos215
de condolencia, y recibimos216
cartas, telegramas, noticias217
de que te enterramos,218
pero tu nieta más pequeña219
te busca en el cuarto,220
y todos, sin decirlo,221
te estamos esperando.222

X

Es un mal sueño largo,223
una tonta película de espanto,224
un túnel que no acaba225
lleno de piedras y de charcos.226
¡Qué tiempo éste, maldito,227
que revuelve las horas y los años,228
el sueño y la conciencia,229
el ojo abierto y el morir despacio!230

XI

Recién parido en el lecho de la muerte,231
criatura de la paz, inmóvil, tierno,232
recién niño del sol de rostro negro,233
arrullado en la cuna del silencio,234
mamando obscuridad, boca vacía,235
ojo apagado, corazón desierto.236

Pulmón sin aire, niño mío, viejo,237
cielo enterrado y manantial aéreo238
voy a volverme un llanto subterráneo239
para echarte mis ojos en tu pecho.240

XII

Morir es retirarse, hacerse a un lado,241
ocultarse un momento, estarse quieto,242
pasar el aire de una orilla a nado243
y estar en todas partes en secreto.244

Morir es olvidar, ser olvidado,245
refugiarse desnudo en el discreto246
calor de Dios, y en su cerrado247
puño, crecer igual que un feto.248

Morir es encenderse bocabajo249
hacia el humo y el hueso y la caliza250
y hacerse tierra y tierra con trabajo.251

Apagarse es morir, lento y aprisa252
tomar la eternidad como a destajo253
y repartir el alma en la ceniza.254

XIII

Padre mío, señor mío, hermano mío,255
amigo de mi alma, tierno y fuerte,256
saca tu cuerpo viejo, viejo mío,257
saca tu cuerpo de la muerte.258

Saca tu corazón igual que un río,259
tu frente limpia en que aprendí a quererte,260
tu brazo como un árbol en el frío261
saca todo tu cuerpo de la muerte.262

Amo tus canas, tu mentón austero,263
tu boca firme y tu mirada abierta,264
tu pecho vasto y sólido y certero.265

Estoy llamando, tirándote la puerta.266
Parece que yo soy el que me muero:267
¡padre mío, despierta!268

XIV

No se ha roto ese vaso en que bebiste,269
ni la taza, ni el tubo, ni tu plato.270
Ni se quemó la cama en que moriste,271
ni sacrificamos un gato.272

Te sobrevive todo. Todo existe273
a pesar de tu muerte y de mi flato.274
Parece que la vida nos embiste275
igual que el cáncer sobre tu omóplato.276

Te enterramos, te lloramos, te morimos,277
te estás bien muerto y bien jodido y yermo278
mientras pensamos en lo que no hicimos279

y queremos tenerte aunque sea enfermo.280
Nada de lo que fuiste, fuiste y fuimos281
a no ser habitantes de tu infierno.282

XV

Papá por treinta o por cuarenta años,283
amigo de mi vida todo el tiempo,284
protector de mi miedo, brazo mío,285
palabra clara, corazón resuelto,286

te has muerto cuando menos falta hacías,287
cuando más falta me haces, padre, abuelo,288
hijo y hermano mío, esponja de mi sangre,289
pañuelo de mis ojos, almohada de mi sueño.290

Te has muerto y me has matado un poco.291
Porque no estás, ya no estaremos nunca292
completos, en un sitio, de algún modo.293

Algo le falta al mundo, y tú te has puesto294
a empobrecerlo más, y a hacer a solas295
tus gentes tristes y tu Dios contento.296

XVI
(Noviembre 27)

¿Será posible que abras los ojos y nos veas297
ahora?298
¿Podrás oírnos?299
¿Podrás sacar tus manos un momento?300

Estamos a tu lado. Es nuestra fiesta,301
tu cumpleaños, viejo.302
Tu mujer y tus hijos, tus nueras y tus nietos303
venimos a abrazarte, todos, viejo.304
¡Tienes que estar oyendo!305
No vayas a llorar como nosotros306
porque tu muerte no es sino un pretexto307
para llorar por todos,308
por los que están viviendo.309
Una pared caída nos separa,310
sólo el cuerpo de Dios, sólo su cuerpo.311

XVII

Me acostumbré a guardarte, a llevarte lo mismo312
que lleva uno su brazo, su cuerpo, su cabeza.313
No eras distinto a mí, ni eras lo mismo.314
Eras, cuando estoy triste, mi tristeza.315

Eras, cuando caía, eras mi abismo,316
cuando me levantaba, mi fortaleza.317
Eras brisa y sudor y cataclismo,318
y eras el pan caliente sobre la mesa.319

Amputado de ti, a medias hecho320
hombre o sombra de ti, sólo tu hijo,321
desmantelada el alma, abierto el pecho,322

Ofrezco a tu dolor un crucifijo:323
te doy un palo, una piedra, un helecho,324
mis hijos y mis días, y me aflijo.325

SEGUNDA PARTE I

Mientras los niños crecen, tú, con todos los muertos,326
poco a poco te acabas.327
Yo te he ido mirando a través de las noches328
por encima del mármol, en tu pequeña casa.329
Un día ya sin ojos, sin nariz, sin orejas,330
otro día sin garganta,331
la piel sobre tu frente agrietándose, hundiéndose,332
tronchando obscuramente el trigal de tus canas.333
Todo tú sumergido en humedad y gases334
haciendo tus desechos, tu desorden, tu alma,335
cada vez más igual tu carne que tu traje,336
más madera tus huesos y más huesos las tablas.337
Tierra mojada donde había tu boca,338
aire podrido, luz aniquilada,339
el silencio tendido a todo tu tamaño340
germinando burbujas bajo las hojas de agua.341
(Flores dominicales a dos metros arriba342
te quieren pasar besos y no te pasan nada.)343

II

Mientras los niños crecen y las horas nos hablan344
tú, subterráneamente, lentamente, te apagas.345
Lumbre enterrada y sola, pabilo de la sombra,346
veta de horror para el que te escarba.347

¡Es tan fácil decirte "padre mío"348
y es tan difícil encontrarte, larva349
de Dios, semilla de esperanza!350

Quiero llorar a veces, y no quiero351
llorar porque me pasas352
como un derrumbe, porque pasas353
como un viento tremendo, como un escalofrío354
debajo de las sábanas,355
como un gusano lento a lo largo del alma.356

¡Si sólo se pudiera decir: "papá, cebolla,357
polvo, cansancio, nada, nada, nada"358
!Si con un trago te tragara!359
¡Si con este dolor te apuñalara!360
¡Si con este desvelo de memorias361
-herida abierta, vómito de sangre-362
te agarrara la cara!363

Yo sé que tú ni yo,364
ni un par de valvas,365
ni un becerro de cobre, ni unas alas366

sosteniendo la muerte, ni la espuma367
en que naufraga el mar, ni -no- las playas,368
la arena, la sumisa piedra con viento y agua,369
ni el árbol que es abuelo de su sombra,370
ni nuestro sol, hijastro de sus ramas,371
ni la fruta madura, incandescente,372
ni la raíz de perlas y de escamas,373
ni tío, ni tu chozno, ni tu hipo,374
ni mi locura, y ni tus espaldas,375
sabrán del tiempo obscuro que nos corre376
desde las venas tibias a las canas.377

(Tiempo vacío, ampolla de vinagre,378
caracol recordando la resaca.)

He aquí que todo viene, todo pasa,379
todo, todo se acaba.380
¿Pero tú? ¿pero yo? ¿pero nosotros?381
¿para qué levantamos la palabra?382
¿de qué sirvió el amor?383
¿cuál era la muralla384
que detenía la muerte? ¿dónde estaba385
el niño negro de tu guarda?386

Ángeles degollados puse al pie de tu caja,387
y te eché encima tierra, piedras, lágrimas,388
para que ya no salgas, para que no salgas.389

III

Sigue el mundo su paso, rueda el tiempo390
y van y vienen máscaras.391
Amanece el dolor un día tras otro,392
nos rodeamos de amigos y fantasmas,393
parece a veces que un alambre estira394
la sangre, que una flor estalla,395
que el corazón da frutas, y el cansancio396
canta.397

Embrocados, bebiendo en la mujer y el trago,398
apostando a crecer como las plantas,399
fijos, inmóviles, girando400
en la invisible llama.401
Y mientras tú, el fuerte, el generoso,402
el limpio de mentiras y de infamias,403
guerrero de la paz, juez de victorias404
-cedro del Líbano, robledal de Chiapas-405
te ocultas en la tierra, te remontas406
a tu raíz obscura y desolada.407

IV

Un año o dos o tres,408
te da lo mismo.409
¿Cuál reloj en la muerte?, ¿qué campana410
incesante, silenciosa, llama y llama?411
¿qué subterránea voz no pronunciada?412
¿qué grito hundido, hundiéndose, infinito413
de los dientes atrás, en la garganta414
aérea, flotante, pare escamas?415

¿Para esto vivir? ¿para sentir prestados416
los brazos y las piernas y la cara,417
arrendados al hoyo, entretenidos418
los jugos en la cáscara?419
¿para exprimir los ojos noche420
a noche en el temblor obscuro de la cama,421
remolino de quietas transparencias,422
descendimiento de la náusea?423

¿Para esto morir?424
¿para inventar el alma,425
el vestido de Dios, la eternidad, el agua426
del aguacero de la muerte, la esperanza?427
¿morir para pescar?428
¿para atrapar con su red a la araña?429

Estás sobre la playa de algodones430
y tu marca de sombras sube y baja.431

V

Mi madre sola, en su vejez hundida,432
sin dolor y sin lástima,433
herida de tu muerte y de tu vida.434

Esto dejaste. Su pasión enhiesta,435
su celo firme, su labor sombría.436
Árbol frutal a un paso de la leña,437
su curvo sueño que te resucita.438
Esto dejaste. Esto dejaste y no querías.439

Pasó el viento. Quedaron de la casa440
el pozo abierto y la raíz en ruinas.441
Y es en vano llorar. Y si golpeas442
las paredes de Dios, y si te arrancas443
el pelo o la camisa,444
nadie te oye jamás, nadie te mira.445
No vuelve nadie, nada. No retorna446
el polvo de oro de la vida.447

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Análisis

Jaime Sabines (1926-1999) nos dejó bajo este título un conmovedor y sincero poema. Dicho poeta perteneció a la generación de poetas mexicanos de mitad de siglo. Sabines se dedicó desde muy joven a las letras y, además, le fue inculcado por parte de su padre un gran amor por la lectura. Y es precisamente a su padre, el Mayor Sabines, a quien dedica este extenso poema.

Se trata de un poema muy peculiar debido a que a medida que se desarrolla, el poeta va sorprendiendo al lector con nuevas y casi inimaginables formas métricas. La temática ofrece una unidad evidente: aquello que para él supuso la muerte de su padre; pero tanto el estilo como el vocabulario empleado son genuinamente originales.

Es un poema ideal para aquellos que comienzan a leer a Sabines, ya que se muestra el universo existencial del autor, los miedos y angustias que irá desarrollando a lo largo de toda su obra y un estilo muy personal

Algo sobre la muerte del Mayor Sabines podría considerarse un poemario y no únicamente un poema, ya que consta de casi quinientos versos. Estos versos están divididos en dos partes, la primera de las cuales es bastante más extensa que la segunda. Y a su vez cada una de las partes se compone de diecisiete y cinco poemas respectivamente.

El poeta comienza reconociendo el agotamiento físico, emocional y psicológico que sufre ante la dolorosa y terminal enfermedad que está matando a su padre

A lo largo de todo el texto irá describiendo tanto el sufrimiento de su padre como el que a él lo acompaña, lo persigue, lo asfixia. En la primera parte los versos demuestran que Sabines se niega a aceptar la muerte de su padre, y dedica varias estrofas al cáncer, al sufrimiento y al vacío existencial que sufre todo aquel que ve a sus seres queridos morir. Asocia en esta primera parte la muerte a conceptos como los siguientes: vejez, soledad, oscuridad, vacío, silencio, canas… y constantemente se burla de la condición de Dios.

Mantiene desde el principio la metáfora de un árbol cuyo tronco sería su padre y él y sus familiares las ramas (versos 14-15); e irá entretejiendo esta metáfora con el resto de las figuras literarias hasta el final. Así, por ejemplo, vemos palabras como: sombra, ramas, frutas, raíz, plantas, árbol frutal o leña… es decir, juega con este campo semántico tratando de mantener fresca en la memoria del lector la idea de que su padre es el tronco y ellos son las ramas que de él brotaron y que con él se caerán. Esta primera parte del poema está llena de paradojas: “Debajo de la tierra (…)” (versos 189-191) y se caracteriza por el pesimismo, la angustia y el vacío que experimenta el autor; hasta el punto de que llega a reconocer que no está escribiendo en absoluto pensando en un lector o porque quiera plasmar un sentimiento de manera artística, sino porque es, quizás, la única forma que tiene de sentir un poco de consuelo (versos 149-156).

Cabe destacar el poema VII, pues con él está reconociendo que a pesar de que culpa a Dios de la muerte y que no siente en Él refugio alguno, busca un ser superior al que dirigirse y al cual rogar misericordia. Se dirige a la tierra como si fuera la protectora de su padre y hace una especie de oración. Esto nos muestra su debilidad y la debilidad de todo ser humano ante la muerte (versos 172-182).

En el poema número XII comienza a percibirse cierto cambio en la perspectiva de la situación

Ahora parece que el autor está empezando a aceptar el hecho de que su padre ya no exista y hace una descripción de la muerte algo menos rencorosa y con más filosofía (versos 256-269).

Podemos observar, pues, que no fueron todos los versos escritos en la misma fecha y por ello sus sentimientos han evolucionado. Sabemos que su padre murió en octubre y que un mes después habría sido su cumpleaños. Es el propio autor el que señala la fecha en el verso 312 “(Noviembre 27)” y en los siguientes versos se dirige directamente a su padre para contarle que todos se reunieron en su nombre y lo recordaron (versos 313-327).

Los últimos cinco poemas de la primera parte están dedicados, de nuevo, a su padre

Se sincera con él con las más entrañables de las palabras y haciéndonos sentir que no puede dejar de pensar en su padre como si siguiera vivo.

En la segunda parte, que comienza tras 341 versos, describe los sentimientos de la familia con cierta distancia. Explica el autor que ha pasado el tiempo: “mirado a través de las noches (…) Un día sin ojos” (versos 4-6); “cada vez más igual tu carne que tu traje” (verso 13) y que lo sigue extrañando como el primer día; pero se percibe en sus palabras que su herida no está ya tan fresca y que ha tenido tiempo para reflexionar, pensar y aceptar. Así, mientras que al principio decía: “¡A la chingada las lágrimas!” (versos 87-88 de la primera parte), ahora dice: “Quiero llorar a veces…” (versos 28-30 de la segunda parte).

También puede observarse una mejoría en el tono para referirse a Dios; y cómo logra el poeta reconocer que así es el devenir de la existencia humana. Llaman especialmente la atención los versos 65-67: pues mientas que en el pasado le pedía que volviera, que no se marchara, ahora le relata a su padre cómo le echó encima “tierra, piedras, lágrimas” para que ya no saliera más.

Los tres últimos poemas están cargados de reflexiones metafísicas sobre la muerte, el devenir y la realidad, y alguna que otra nota biográfica (verso 83)

Después de todo lo sufrido, llorado y exasperado, Sabines maduró y se fijó con más detenimiento en la figura de su madre, a la cual se refiere, y manteniendo hasta los últimos versos la metáfora del tronco del árbol, como “árbol frutal a un paso de la leña” (verso 115). Y termina el poema reconociendo que “es en vano llorar” (verso 120) porque sólo se llora y se sufre para uno mismo.

Con tan sinceras palabras y escribiendo de verdad como se piensa cuando se sufre (a pesar de en ocasiones nuestro autor emplee algunas palabras coloquiales en demasía), Jaime Sabines logra estremecer al lector y hacerlo imaginar cuán duro es perder a un padre y verlo morir día a día. Experiencias como estas son las que hace al ser humano pararse a reflexionar sobre la muerte, Dios, la pérdida de la juventud o la soledad. La belleza de este poema radica en que su autor logra mostrarnos el lado más triste del ser humano y el vacío existencial que sentimos ante la muerte y nos enseña, a su vez, que sólo gracias a la misericordia del paso del tiempo podemos superar nuestras aflicciones.

Nota de Victoria Jorrat.

Jorrat, Victoria. Dic., 2013. Algo sobre la muerte del Mayor Sabines, de Jaime Sabines. Poemario. Acceso en https://poemario.com/algo-sobre-la-muerte-del-mayor-sabines/

Ejemplos de figuras literarias en Algo sobre la muerte del Mayor Sabines

Figuras literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "aflojar los músculos del corazón" El poeta utiliza una metáfora para expresar su deseo de aliviar el estrés o la tensión emocional, representado por los 'músculos del corazón'.
Metáfora "Tú eres el tronco invulnerable y nosotros las ramas" Esta metáfora representa la relación entre el autor y la persona a la que se dirige el poema. La persona es vista como el tronco, la base sólida, mientras que el autor y los demás son las ramas, dependientes de esa base.
Simil "como una piedra al río" El autor se compara a sí mismo con una piedra que se arroja al río, refiriéndose posiblemente a su aceptación de la muerte o a la entrega a un destino inevitable.
Elipsis "y me puse a llorar" La elipsis ocurre aquí al omitir el motivo específico del llanto, lo que permite al lector inferir que se debe a la conmoción emocional profunda que el autor está experimentando.
Antítesis "¡A la chingada las lágrimas!,dije, y me puse a llorar" Esta antítesis muestra el contraste entre el deseo del autor de rechazar las lágrimas y su incapacidad para hacerlo, subrayando la intensidad de su angustia emocional.
Metonimia "del hígado y del llanto" El 'hígado' y el 'llanto' se utilizan aquí como metonimia para representar el sufrimiento físico y emocional, respectivamente.
Paralelismo "esperar que murieras era morir despacio, estar goteando del tubo de la muerte, morir poco, a pedazos." El poeta utiliza una estructura paralela para enfatizar la gradualidad y la intensidad de su sufrimiento a medida que espera la muerte de alguien.