Yo vi unos bellos ojos, que hirieron, Fernando de Herrera

Con dulce flecha un corazón cuitado,1
y que para encender nuevo cuidado2
su fuerza toda contra mí pusieron.3

Yo vi que muchas veces prometieron4
remedio al mal, que sufro no cansado,5
y que cuando esperé vello acabado,6
poco mis esperanzas me valieron.7

Yo veo que se asconden ya mis ojos8
y crece mi dolor y llevo ausente9
en el rendido pecho el golpe fiero.10

Yo veo ya perderse los despojos11
y la membrana de mi bien presente12
y en ciego engaño de esperanza muero.13

14

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Análisis

Nos encontramos de nuevo ante un poema del gran poeta sevillano Fernando de Herrera (1534 – 1597). Sabemos que recibió órdenes menores y que pasó su vida escribiendo poesía y estudiando diferentes materias. La mayoría de sus poemas versaron el tema de la patria y el tema del amor; el amor a una dama que fue su musa aunque no su amante: Doña Leonor de Milán, aunque no lo expresa de manera explícita en sus versos. Los poemas más famosos y oídos de nuestro autor son sonetos, composición que muestra la gran influencia italiana y petrarquista sobre los escritores de la escuela sevillana. Yo vi unos bellos ojos, que hirieron, de hecho, es un soneto cuyos versos endecasílabos y rima consonante presentan el siguiente esquema métrico: ABBA ABBA CDE CDE.

El tema central del poema es el sufrimiento que el poeta siente. Él se entrega a los ojos de su amada, pero su amada no le corresponde y se da cuenta, paulatinamente y de forma gradual de que no es correspondido y de que este amor no le ha traído más que dolor y malestar. Conforme vamos avanzando en la lectura de los versos apreciamos que de amor platónico se convierte en desengaño amoroso y desilusión.

El poema está organizado en dos cuartetos y dos tercetos; cada una de estas cuatro estrofas encierra una idea secundaria. La primera corresponde con la introducción de la historia de amor sufrida por el poeta: él ya había sufrido anteriormente (verso 2), pero al encontrarse con estos “bellos ojos” fue herido de nuevo (verso 1). En la segunda estrofa continúa contando cómo aconteció la historia de su desamor hablando de sus ojos en lugar de ella misma: “muchas veces prometieron remedio al mal” (versos 5 y 6). Él tuvo esperanzas pero de nada les sirvieron. En la tercera estrofa se muestra agotado, su dolor es cada vez más fuerte. Por último se reconoce vencido y reconoce que muere en “el ciego engaño de la esperanza” (verso 14). Hemos de destacar que todas las estrofas comienzan con Yo, lo cual nos indica que el poeta quiere hacer especial hincapié en el sufrimiento que Él está pasando, no únicamente en el sufrimiento que el amor puede causar.

Son muy numerosos los recursos literarios encargados de embellecer la composición. Encontramos: sinestesia en el verso número dos: “dulce flecha”; paronomasia: cuitado – cuidado (versos 2 y 3); lítotes: “que sufro no cansado” (verso 6) e hipérbaton en los versos 4 y 8.

Cuando sufrimos creemos que somos los más desgraciados del mundo, y estamos seguros de que no hay nadie en una situación peor que la nuestra. Apreciamos pesimismo y algo de egocentrismo en este poema triste; no obstante, como toda la poesía de Fernando de Herrera nos enriquece en cuanto pieza literaria y reflexiones vitales.

Nota de Victoria Jorrat.

Jorrat, Victoria. Jun., 2014. Yo vi unos bellos ojos, que hirieron, de Fernando de Herrera. Poemario. Acceso en https://poemario.com/unos-bellos-ojos-que-hirieron/