Soneto I, Garcilaso de la Vega

Cuando me paro a contemplar mi estado1
y a ver los pasos por dó me ha traído,2
hallo, según por do anduve perdido,3
que a mayor mal pudiera haber llegado;4

mas cuando del camino estoy olvidado,5
a tanto mal no sé por dó he venido:6
sé que me acabo, y mas he yo sentido7
ver acabar conmigo mi cuidado.8

Yo acabaré, que me entregué sin arte9
a quien sabrá perderme y acabarme,10
si quisiere, y aun sabrá querello:11

que pues mi voluntad puede matarme,12
la suya, que no es tanto de mi parte,13
pudiendo, ¿qué hará sino hacello?14

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Análisis

En este primer soneto Garcilaso se muestra deudor del cancionero castellano precedente y de figuras como Íñigo López de Mendoza o Juan de Mena. Cierto arcaísmo en su voz nos advierte del acercamiento tímido, pero ambicioso, del poeta que inicia así su aprendizaje poético. Los rasgos de esta deuda son variados: el camino alegórico de la vida, el sufrimiento, la muerte, el simbolismo de los conceptos y los juegos semánticos.

Casado con Elena de Zúñiga, con quien tendrá cuatro hijos (uno de ellos ilegítimo), anhelaba el amor de Isabel Freire, una dama proveniente del séquito de Isabel de Portugal, futura esposa del emperador Carlos. Muchos de los sonetos, como era de esperar, estarán inspirados en el amor o desamor que sintió hacia dicha señora.

Garcilaso recuerda en este primer movimiento el camino de su vida (“…contemplar mi ‘stado … pasos por dó me han traído”), por el que artificiosamente cree haberse extraviado. Muchos sostienen que las nupcias entre Isabel Freire y Antonio de Fonseca, también en Toledo y en los mismos años en los que él estuvo con la Corte (1528-1529), fueron la causa del sentimiento aciago de nuestro protagonista.

Compuesto por cuatro estrofas de dos cuartetos y dos tercetos, la estructura sigue a la perfección la métrica del soneto tradicional que desde los poetas del llamado Dolce Stil Nuovo (s. XII), y pasando por el filtro definitivo de Francesco Petrarca (s. XIV), dio forma a la poesía cortesana por excelencia. En España tenemos el ejemplo precoz del marqués de Santillana, Íñigo López de Mendoza, de quien, ya no sólo Garcilaso, sino un elenco de poetas como Diego Hurtado de Mendoza, Fernando de Herrera, o San Juan de la Cruz imitaron sus sonetos all’italiana.

El príncipe del soneto castellano se muestra todavía cauto introduciendo pequeños ingredientes petrasquistas, siendo el contenido muy similar al del cancionero castellano medieval. El juego de palabras y de ciertos campos semánticos señalados como “acabo”, “acabaré”, “acabarme”, o la inclusión del infinitivo asimilado al pronombre de tercera persona enclítico en las formas verbales (“querello”, “hacello”), dan noticia evidente de esta herencia poética que tendremos que entender como una convención más, pues ya en el Soneto X veremos a un Garcilaso mucho más maduro y con una voz italiana mucho más depurada y refinada.

Resulta muy interesante la tercera estrofa para glosar muchas de las características de este poema: “Yo acabaré … entregué sin arte / … sabrá perderme y acabarme / si quisiere, y aún sabrá querello […]”. El verbo “acabarme” se ha de interpretar como “matarme”, o lo que es lo mismo, “morirse”, por lo que el poeta viene a decir: Me acabaré muriendo a pesar de haber acudido sincero y sin engaño (“sin arte”), me matarán en el olvido porque así su voluntad lo querrá (“y aún sabrá querello”).

Un desglose desgarrador que en la voz del poeta adquiere un tono más solemne pero no por ello más suave. Cultivadores del soneto serán también Lope, Góngora, Quevedo, Calderón o Cervantes, incrementando la lista Pedro Salinas o Rafael Alberti, ya en pleno siglo XX.

Nota de Mario Sánchez.

Sánchez, Mario. Oct., 2013. Soneto I, de Garcilaso de la Vega. Poemario. Acceso en https://poemario.com/soneto-i/

Ejemplos de figuras literarias en Soneto I

Figura literaria Ejemplo Descripción
Metáfora "ver acabar conmigo mi cuidado" El cuidado se compara con algo que puede acabar con el yo poético, sugiriendo que las preocupaciones y el sufrimiento tienen un gran impacto en su vida.
Hiperbatón "Cuando me paro a contemplar mi estado" El orden de las palabras en esta línea se altera, lo que crea un efecto poético y enfatiza la reflexión sobre el propio estado del yo poético.
Elipsis "hallo, según por do anduve perdido" Elipsis es el uso de palabras omitidas en una oración para dar énfasis o fluidez. En este caso, el verbo "andar" se omite, lo que da lugar a un lenguaje más conciso y expresivo.
Anáfora "que a mayor mal pudiera haber llegado;" y "que pues mi voluntad puede matarme" La repetición de "que" al comienzo de varias líneas a lo largo del poema enfatiza las afirmaciones que sigue y crea un efecto poético.


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  • avalosmacaria@gmail.com Abr., 2023

    Exelente,muy bueno y nos apoya muchísimo en el estudio.