Te quiero porque tienes…, Jaime Sabines

Te quiero porque tienes1
las partes de la mujer en el lugar preciso2
y estás completa.3
No te falta ni un pétalo,4
ni un olor, ni una sombra.5

Colocada en tu alma,6
dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,7
leche de luna en las oscuras hojas.8
Quizás me ves,9
tal vez, acaso un día,10
en una lámpara apagada,11
en un rincón del cuarto donde duermes,12
soy la mancha, un punto en la pared,13
alguna raya que tus ojos, sin ti,14
se quedan viendo.15

Quizás me reconoces16
como una hora antigua17
cuando a solas preguntas, te interrogas18
con el cuerpo cerrado y sin respuesta.19

Soy una cicatriz que ya no existe,20
un beso ya lavado por el tiempo,21
un amor y otro amor que ya enterraste.22
Pero estás en mis manos y me tienes23
y en tus manos estoy, brasa, ceniza,24
para secar tus lágrimas que lloro.25

¿En qué lugar, en dónde, a qué deshoras26
me dirás que te amo? Esto es urgente27
porque la eternidad se nos acaba.28
Recoge mi cabeza. Guarda el brazo29
con que amé tu cintura. No me dejes30
en medio de tu sangre en esa toalla.31

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Análisis

El poeta ama a la mujer porque, para él, es perfecta, como una flor. Es hermosa por fuera y por dentro. Le gusta ver a la amada en la oscuridad, cuando ya duerme. Para ella él ya es un recuerdo casi irreconocible, algo ya del pasado. El poeta ya no está a su lado. Él es un recuerdo aunque la sigue amando. El siente que aún está con ella. La siente en sus manos y recuerda su pasión cuando estaban juntos. Ella no volverá a su lado y más sí sabe el amor que siente él hacia ella.

En este poema estamos ante dos visiones completamente diferentes, algo significativo y diferente respecto a otros textos de otros autores y poetas. Por un lado nos ofrece la visión del hombre. Él está enamorado de ella, desea estar a su lado y para él representa toda la belleza, lo mejor que le ha pasado y desearía volver a retomar la relación.

Por otro lado tenemos la visión femenina, que es la novedad en este tipo de poesía masculina, por la cual tenemos la certeza de que ella jamás volverá a estar con él. Es consciente de que ya no quiere retomar la relación y él únicamente es un recuerdo en su vida del que apenas se acuerda, que apenas tiene presente.

Las razones por las cuales se separaron no la sabemos. Lo único cierto es que no hay posibilidad de retorno y, sobre todo, el sentimiento amoroso únicamente está del lado masculino. Él sufre y al mismo tiempo sigue enamorado de ella porque siente que ha sido la relación más importante que ha tenido.

Se destaca también que no hay ningún tipo de reproche hacia la amada, no se mira la mirada femenina como algo negativo. Obviamente él sufre y ella no, la tiene presente en su vida y para ella él es únicamente un recuerdo. Dos visiones completamente diferentes sobre una misma realidad.

Como podemos observar, el final de una relación siempre es traumática y una de las dos partes sufre más que la otra. En este caso es el hombre el que padece el dolor de la separación y la mujer es la que ha rehecho su vida y la que ha seguido adelante sin mirar atrás, borrando de su memoria poco a poco esa relación que se ha quedado únicamente en un recuerdo.

Nota de Susana Marín.

Marín, Susana. Nov., 2015. Te quiero porque tienes…, de Jaime Sabines. Poemario. Acceso en https://poemario.com/quiero-porque-tienes/