Finjamos que soy feliz, Sor Juana Inés de la Cruz

Finjamos que soy feliz,1
triste pensamiento, un rato;2
quizá prodréis persuadirme,3
aunque yo sé lo contrario,4
que pues sólo en la aprehensión5
dicen que estriban los daños,6
si os imagináis dichoso7
no seréis tan desdichado.8

Sírvame el entendimiento9
alguna vez de descanso,10
y no siempre esté el ingenio11
con el provecho encontrado.12
Todo el mundo es opiniones13
de pareceres tan varios,14
que lo que el uno que es negro15
el otro prueba que es blanco.16

A unos sirve de atractivo17
lo que otro concibe enfado;18
y lo que éste por alivio,19
aquél tiene por trabajo.20

El que está triste, censura21
al alegre de liviano;22
y el que esta alegre se burla23
de ver al triste penando.24

Los dos filósofos griegos25
bien esta verdad probaron:26
pues lo que en el uno risa,27
causaba en el otro llanto.28

Célebre su oposición29
ha sido por siglos tantos,30
sin que cuál acertó, esté31
hasta agora averiguado.32

Antes, en sus dos banderas33
el mundo todo alistado,34
conforme el humor le dicta,35
sigue cada cual el bando.36

Uno dice que de risa37
sólo es digno el mundo vario;38
y otro, que sus infortunios39
son sólo para llorados.40

Para todo se halla prueba41
y razón en qué fundarlo;42
y no hay razón para nada,43
de haber razón para tanto.44

Todos son iguales jueces;45
y siendo iguales y varios,46
no hay quien pueda decidir47
cuál es lo más acertado.48

Pues, si no hay quien lo sentencie,49
¿por qué pensáis, vos, errado,50
que os cometió Dios a vos51
la decisión de los casos?52

O ¿por qué, contra vos mismo,53
severamente inhumano,54
entre lo amargo y lo dulce,55
queréis elegir lo amargo?56

Si es mío mi entendimiento,57
¿por qué siempre he de encontrarlo58
tan torpe para el alivio,59
tan agudo para el daño?60

El discurso es un acero61
que sirve para ambos cabos:62
de dar muerte, por la punta,63
por el pomo, de resguardo.64

Si vos, sabiendo el peligro65
queréis por la punta usarlo,66
¿qué culpa tiene el acero67
del mal uso de la mano?68

No es saber, saber hacer69
discursos sutiles, vanos;70
que el saber consiste sólo71
en elegir lo más sano.72

Especular las desdichas73
y examinar los presagios,74
sólo sirve de que el mal75
crezca con anticiparlo.76

En los trabajos futuros,77
la atención, sutilizando,78
más formidable que el riesgo79
suele fingir el amago.80

Qué feliz es la ignorancia81
del que, indoctamente sabio,82
halla de lo que padece,83
en lo que ignora, sagrado!84

No siempre suben seguros85
vuelos del ingenio osados,86
que buscan trono en el fuego87
y hallan sepulcro en el llanto.88

También es vicio el saber,89
que si no se va atajando,90
cuando menos se conoce91
es más nocivo el estrago;92
y si el vuelo no le abaten,93
en sutilezas cebado,94
por cuidar de lo curioso95
olvida lo necesario.96

Si culta mano no impide97
crecer al árbol copado,98
quita la sustancia al fruto99
la locura de los ramos.100

Si andar a nave ligera101
no estorba lastre pesado,102
sirve el vuelo de que sea103
el precipicio más alto.104

En amenidad inútil,105
¿qué importa al florido campo,106
si no halla fruto el otoño,107
que ostente flores el mayo?108

¿De qué sirve al ingenio109
el producir muchos partos,110
si a la multitud se sigue111
el malogro de abortarlos?112

Y a esta desdicha por fuerza113
ha de seguirse el fracaso114
de quedar el que produce,115
si no muerto, lastimado.116

El ingenio es como el fuego,117
que, con la materia ingrato,118
tanto la consume más119
cuando él se ostenta más claro.120

Es de su propio Señor121
tan rebelado vasallo,122
que convierte en sus ofensas123
las armas de su resguardo.124

Este pésimo ejercicio,125
este duro afán pesado,126
a los ojos de los hombres127
dio Dios para ejercitarlos.128

¿Qué loca ambición nos lleva129
de nosotros olvidados?130
Si es para vivir tan poco,131
¿de qué sirve saber tanto?132
¡Oh, si como hay de saber,133
hubiera algún seminario134
o escuela donde a ignorar135
se enseñaran los trabajos!136

¡Qué felizmente viviera137
el que, flojamente cauto,138
burlara las amenazas139
del influjo de los astros!140

Aprendamos a ignorar,141
pensamiento, pues hallamos142
que cuanto añado al discurso,143
tanto le usurpo a los años.144

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Análisis

La poeta novohispana Sor Juana Inés de la Cruz fue maestra en la composición de estrofas de cuatro versos, sobre todo redondillas y coplas. De hecho, con redondillas escribió el celebérrimo poema cuyas dos estrofas iniciales son:

Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Con esa forma y las restantes que cultivó, en especial el soneto, Sor Juana fue la mejor representante, junto con su coetáneo el dramaturgo Juan Ruiz de Alarcón, de la literatura barroca del Siglo de Oro novohispano.

En cuanto a la copla, la poeta la cultivó con la misma destreza y soltura que puso de manifiesto en sus sonetos y redondillas. De hecho, con tal forma poética elaboró sus Villancicos y su emblemático poema A Cristo sacramentado, día de comunión, cuyas dos estrofas iniciales son:

Amante dulce del alma,
bien soberano a que aspiro,
tú que sabes las ofensas
castigar a beneficios;

divino imán en que adoro:
hoy que tan propicio os miro,
que me mimáis la osadía
de poder llamaros mío:

Como forma poética, la copla es de origen provenzal. Tiene cuatro versos octosílabos. Cuando, como en este caso, los versos pares tienen rima asonante y los impares son sueltos (es decir, no tienen rima), se suele llamar copla romance. Es una variedad más flexible que la copla de redondilla (sin versos sueltos) y que la copla castellana (ocho versos octosílabos divididos en dos semiestrofas de cuatro versos cada una y sin versos sueltos). Los versos sueltos proveen variedad musical y mayor libertad para componer el poema. Aunque la copla encuentra su principal origen y destino en la poesía y la canción populares, ha sido frecuentada por grandes poetas, como Federico García Lorca, Antonio Machado, Rafael Alberti y Rafael de León.

La copla es la estrofa con la que Sor Juana Inés de la Cruz compuso su poema Finjamos que soy feliz. La poeta novohispana adoptó una rima única para todas las catorce estrofas de la pieza, con lo que el conjunto se aproxima a la estructura del romance, la que, sin embargo, no se instaura debido a las pausas interestróficas. El poema consta de ciento cuarenta y cuatro versos divididos en estrofas de cuatro versos. A veces se presenta algún grupo de ocho versos con el propósito de suprimir la pausa interestrófica, pero se halla compuesto por dos semiestrofas que responden a la forma general. La amplia variedad de patrones rítmicos otorga fluidez al discurso y despierta el interés musical de las coplas.

El poema desarrolla una temática que se acomoda en tres ámbitos sucesivos: la relatividad de la felicidad, las divergentes maneras de considerar la realidad del mundo y la ignorancia como fuente de sabiduría de la vida.

En las primeras estrofas, se expone una invitación a fingir la felicidad como una forma concreta de eludir la pena, pues

si os imagináis dichoso
no seréis tan desdichado.

En seguida, el poema se adentra en el cuestionamiento de la capacidad humana para juzgar los comportamientos ajenos y la naturaleza de las cosas, con lo que se formulan y sostienen valoraciones totalmente opuestas.

Todo el mundo es opiniones
de pareceres tan varios,
que lo que el uno que es negro
el otro prueba que es blanco.

Finalmente, se expresan las dudas y prevenciones sobre el valor del conocimiento, y se presenta el provecho que puede proporcionar la ignorancia, teniendo en cuenta

que el saber consiste sólo
en elegir lo más sano.

En una parte del poema, se produce el inevitable despertar de la curiosidad del lector. En efecto, Sor Juana destina cinco estrofas a ilustrar la divergencia de opiniones y juicios aludiendo a dos filósofos griegos que no menciona:

El que está triste, censura
al alegre de liviano;
y el que esta alegre se burla
de ver al triste penando.

Los dos filósofos griegos
bien esta verdad probaron:
pues lo que en el uno risa,
causaba en el otro llanto.

Célebre su oposición
ha sido por siglos tantos,
sin que cuál acertó, esté
hasta agora averiguado.

Antes, en sus dos banderas
el mundo todo alistado,
conforme el humor le dicta,
sigue cada cual el bando.

Uno dice que de risa
sólo es digno el mundo vario;
y otro, que sus infortunios
son sólo para llorados.

Desde luego, el análisis de un poema debe sujetarse a lo que el autor haya puesto en el papel, sea en la materialidad de la palabra como en el mensaje abstracto de las figuras literarias. No es válido, por lo tanto, afirmar que Sor Juana está aludiendo a tal y cual filósofos griegos. No obstante, el lector minucioso no podrá dejar de especular para siquiera formular una hipótesis sobre la identidad de los pensadores aludidos. En este caso, se dispone de suficientes indicios como para especular en proximidad de la certeza. Se puede empezar diciendo que los siguientes versos

pues lo que en el uno risa,
causaba en el otro llanto
señalan una diferente forma de ver y de reaccionar ante una misma situación o un mismo hecho. Además, la oposición es tal que carece de fundamentos reales, ya que
conforme el humor le dicta,
sigue cada cual el bando.

A partir de esto, la búsqueda de dos filósofos griegos que pudieran enfocar el mundo con perspectivas opuestas podría orientarse a Heráclito y Demócrito, quienes tenían contrarias concepciones del mundo. Heráclito postulaba el flujo de la realidad y sostenía la visión filosófica del cambio permanente («No es posible bañarse dos veces en el mismo río»), derivando de ello una visión pesimista del mundo, de la vida y de la condición humana. Por su parte, Demócrito formuló la teoría del atomismo, según la cual el mundo se formó por la concurrencia fortuita de los átomos, originando la existencia de un orden y una regularidad en todo lo que existe, por lo que su enfoque racionalista se caracteriza por el optimismo y la exaltación de la alegría. A este respecto, el sitio Wikipedia incluye una página titulada Heráclito y Demócrito en la que, en un extenso artículo históricamente documentado, se describe el abundante uso literario, pictórico, e incluso musical, del tópico «Heráclito llorón y Demócrito risueño», desde la antigüedad clásica hasta nuestros días. «Se lo supone a Heráclito (“el oscuro”) compungido por la condición humana, o genéricamente por el theatrum mundi (“el teatro del mundo”), y a Demócrito burlándose de lo mismo». El tema fue tratado por gran número de escritores, desde Juvenal y Luciano hasta Rabelais, Montaigne y Gracián. En la pintura, son comunes las representaciones de ambos filósofos riendo y llorando, respectivamente, al menos desde Bramante (siglo XV) y. en el Barroco, trataron este asunto, entre otros, Ribera, Rubens, Velázquez y Rembrandt.

Finjamos que soy feliz y otros muy célebres poemas de Sor Juana Inés de la Cruz son una elevada manifestación de la literatura barroca novohispana y constituyen una inicial señal de identidad de la cultura mexicana.

Nota de Javier Collazo.

Collazo, Javier. Jun., 2023. Finjamos que soy feliz, de Sor Juana Inés de la Cruz. Poemario. Acceso en https://poemario.com/finjamos-que-soy-feliz/

Ejemplos de figuras literarias en Finjamos que soy feliz

Figura literaria Ejemplo Descripción
Metáfora "El discurso es un acero" Sugiere que puede ser tanto útil como peligroso dependiendo de cómo se use.
Metáfora "El ingenio es como el fuego" Indica que puede ser poderoso y destructivo al mismo tiempo.
Prosopeya "y si el vuelo no le abaten, en sutilezas cebado" El vuelo se atribuye con características humanas, como la capacidad de alimentarse de sutilezas.
Hiperbatón "Finjamos que soy feliz, triste pensamiento, un rato" La inversión del orden normal de las palabras crea un efecto poético que resalta la idea de fingir felicidad.
Anáfora "Todos son iguales jueces" La repetición de la idea de igualdad en los juicios de las personas a lo largo del poema resalta la subjetividad de las opiniones.
Elipsis "si no halla fruto el otoño, que ostente flores el mayo" Se omite información sobre por qué el otoño no produce frutos, lo que permite al lector imaginar las razones de esta situación.
Metonimia "el influjo de los astros" Los astros se utilizan como una representación de la influencia del destino o las circunstancias en la vida de las personas.
Simil "El que está triste, censura al alegre de liviano" Se establece una comparación entre las personas tristes y alegres, mostrando cómo los tristes critican a los alegres por ser frívolos.


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  • Ludwing Fuentes Ago., 2022

    Poema que tiene toda la operatorierad hoy. El conocimiento tiene límites y la vida no consiste en ser feliz sino en hacer frente a la realidad que esta misma nos impone. Los puntos descritos en el análisis anterior al poema se centran demasiado en los ejemplos expuestos en el poema, erradamente entendidos; generando conclusiones de ideas que no estan en el poema.