Contigo, Luis Cernuda

¿Mi tierra?1
Mi tierra eres tú.2

¿Mi gente?3
Mi gente eres tú.4

El destierro y la muerte5
para mi están adonde6
no estés tú.7

¿Y mi vida?8
Dime, mi vida,9
¿qué es, si no eres tú?10

11

En formato PDF
PDF Contigo



Firme con su comentario

*Todos los mensajes son moderados; su email jamás aparece ni se comparte.


Análisis

Este breve poema es el número 10 de los dieciséis Poemas para un cuerpo que el poeta español Luis Cernuda público en 1957 y después incorporó, al final de la Sección X-Con las horas contadas, en la edición de 1958 de La realidad y el deseo que recopila toda su obra.

Es poco lo que puede decirse de Contigo. No solo por su brevedad, sino también por su contenido y su forma. Señalar que las cuatro estrofas terminan en «tú» y que esa repetición se rinde al significado antes que a la rima es un homenaje a la obviedad. Lo mismo ocurre con la anáfora «mi» de los primeros cuatro versos, con la prosopopeya del destierro y de la muerte y con la pregunta retórica del último verso.

La exigüidad de este análisis podría atenuarse con el señalamiento de un error gramatical. Se trata del indebido uso de «adonde», que es un adverbio relativo de lugar que expresa la dirección de un movimiento. Tal como dice el Diccionario Panhispánico de Dudas de la RAE:

En el español actual debe evitarse el uso arcaico de adonde o a donde para indicar situación (‘en donde’). En estos casos debe usarse el adverbio relativo donde, opcionalmente precedido de en.

En cualquier caso, parece estar claro que Contigo, en su carácter de miniatura lírica, poco puede agregar a la ponderación de Luis Cernuda como poeta. Si en alguna medida esta pieza ha adquirido cierta individualidad y cierto reconocimiento, es debido a que se la ha utilizado con alguna frecuencia para acompañar la declaración o el obsequio que se hace a la persona amada, cuando no para figurar en el envoltorio de alguna golosina destinada a endulzar los romances.

Pero hay algo que este poema invita a analizar. Se trata de una vieja polémica que aun no ha encontrado la respuesta a una clásica pregunta: ¿Para analizar una obra de arte deben considerarse las circunstancias del momento de su creación y la condición biográfica de su autor? Algunos argumentan que estas influencias externas son fundamentales para apreciar plenamente una obra, mientras que otros sostienen que la obra de arte debe ser evaluada de manera independiente. Esta polémica ha tenido sus debates más eminentes en el terreno de la epistemología y la metodología de las ciencias fácticas, cuando se ha pretendido determinar la importancia y preeminencia de lo que el filósofo de la ciencia alemán Hans Reichenbach denominó contexto de descubrimiento y contexto de validación. ¿Para evaluar una teoría científica debe considerarse el contexto en el que fue formulada?

Si el lector de este comentario no conoce las circunstancias de la vida de Luis Cernuda que desembocaron en la composición de la serie de poemas a la que pertenece Contigo, asegúrese de haber leído este poema con detenimiento antes de pasar a la información que se suministra en los párrafos que siguen.

En 1947, Luis Cernuda se trasladó a Estados Unidos, contratado para dar clases en el Mount Holyoke College, de Massachusetts. Casi todos los años, se trasladaba a la Ciudad de México durante varios meses, alojándose en la casa del poeta español Manuel Altolaguirre, como él integrante de la Generación del 27. En su estancia en esa ciudad de junio a diciembre de 1951, teniendo entonces cuarenta y nueve años de edad, se enamoró del culturista Salvador Alighieri, a la sazón de veinte años. A raíz de ello, en 1952 renunció a su trabajo en el Colegio de Mount Holyoke y se estableció definitivamente en México. Aligheri le inspiró su poemario Poemas para un cuerpo. El primer poema de la serie fue escrito en noviembre de 1951; el último, en mayo de 1956. En 1958, en su Historial de un libro, en el que describe su evolución como poeta, Cernuda escribió:

Seguí volviendo los veranos sucesivos, y durante las vacaciones de 1951, que había alargado pidiendo medio año de permiso a las autoridades de Mount Holyoke, conocí a X, ocasión de los «Poemas para un cuerpo», que entonces comencé a escribir. […] Creo que ninguna otra vez estuve, si no tan enamorado, tan bien enamorado, como acaso pueda entreverse en los versos antes citados, que dieron expresión a dicha experiencia tardía. Mas al llamarla tardía debo añadir que jamás en mi juventud me sentí tan joven como en aquellos días en México.

Rafael M. Mérida Jiménez, en su ensayo Hacia un discurso amoroso del cuerpo en la poesía de Luis Cernuda, señala a este respecto:

El dilema aparece claro cuando se llega a afirmar que su poesía sólo puede ser interpretada en un contexto homoerótico o cuando, por el contrario, se lo elude o ningunea. Porque, como señala Octavio Paz,

«se corre el riesgo de no comprender el significado de su obra si se omite o se atenúa su homosexualidad, no porque su poesía pueda reducirse a esa pasión ─eso sería tan falso como ignorarla─ sino porque ella es el punto de partida de su creación poética. Sus tendencias eróticas no explican a su poesía, pero sin ellas su obra sería distinta. Su verdad diferente lo separa del mundo; y esa misma verdad, en un segundo movimiento, lo lleva a descubrir otra verdad, suya y de todos».

A mi juicio, la poesía de Luis Cernuda no puede ser estudiada como el producto de la suma de un homosexual y de un poeta, ni tampoco exclusivamente desde los presupuestos de la militancia gay, porque, reduccionismos aparte, parece notorio que nuestro autor ni separaba su sexualidad de su poesía −más bien al contrario− ni se erigió en el portavoz de una causa, en todo caso de su causa.

El lector de estos comentarios que ha llegado hasta aquí está invitado a preguntarse si, a la luz de lo que acaba de leer, el resultado de su ponderación del poema Contigo ha variado y, en tal caso, en qué sentido lo ha hecho.

Nota de Javier Collazo.

Collazo, Javier. Jun., 2023. Contigo, de Luis Cernuda. Poemario. Acceso en https://poemario.com/contigo/

Ejemplos de figuras literarias en Contigo

Figuras literarias Ejemplos Descripción
Metáfora "Mi tierra eres tú", "Mi gente eres tú" Estas metáforas muestran que la persona a la que se dirige el poema es lo más importante para el autor, equiparándola a su tierra y su gente.
Hipérbole "El destierro y la muerte para mi están adonde no estés tú" La hipérbole enfatiza la relevancia del amor, sugiriendo que su ausencia equivale a la muerte y el destierro.
Anáfora "¿Mi tierra? Mi tierra eres tú", "¿Mi gente? Mi gente eres tú" La repetición de "Mi tierra" y "Mi gente" seguidos de "eres tú" coloca énfasis en su amor.