Botella al mar, Mario Benedetti

El mar es un azar.1
¡Qué tentación echar una botella al mar!2

Poner en ella por ejemplo3
un grillo, un barco sin velamen, y una espiga,4
sobrantes de lujuria, algún milagro5
Y un folio rebosante de noticias.6

Poner un verde, un duelo, una proclama,7
dos rezos, y una cábala indecisa.8
El cable que jamás llegó a destino9
Y la esperanza pródiga y cautiva.10

El mar es un azar.11
¡Qué tentación echar una botella al mar!12

Poner en ella por ejemplo un tango13
que enumerara todos los pretextos14
para apiadarse a solas de uno mismo15
y quedarse en el borde de otro sueño.16

Poner promesas como sobresaltos.17
Y el poquito de sol que da el invierno18
y un olvido flamante y oneroso19
y el rencor que nos sigue como un perro.20

El mar es un azar.21
¡Qué tentación echar una botella al mar!22

Poner en ella por ejemplo un naipe,23
un afiche de Dios, el de costumbre,24
el tímpano banal del horizonte25
el reino de los cielos y las nubes.26

Poner recortes de un asombro inútil,27
un lindo vaticinio de agua dulce28
una noche de rayos y centellas29
y el saldo de veranos y de azules.30

El mar es un azar.31
¡Qué tentación echar una botella al mar!32

Pero en esta botella navegante,33
sólo pondré mis versos en desorden34
en la espera confiada de que un día35
llegue a una playa cándida y salobre.36

Y un niño la descubra y la destape37
y en lugar de estos versos halle flores38
y alertas y corales y baladas.39
Y piedritas del mar y caracoles.40

El mar es un azar.41
¡Qué tentación echar una botella al mar!42

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Análisis

El poeta escribe un poema, que es un mensaje para una botella. Un mensaje poético que lanza al mar, al lector, y que viaja, para algún día llegar a manos de alguien. El poeta desea que el receptor sea un niño. Al leer estos versos, quiere que ese pequeño no tenga en cuenta el texto en sí, porque lo más importante es la imaginación y todo lo que pueda soñar al fantasear que ha encontrado una botella en el mar con un mensaje dentro.

El poeta invita al lector a usar la imaginación. Invita a que seamos poetas e imaginemos esos versos que ha escrito en una botella imaginaria. Nos lanza una prueba que cada uno de nosotros puede realizar. Lo único que necesitamos es despertar a ese niño interior, a esa inocencia que todavía, en lo más profundo de nosotros, todavía existe.

Existen tantos mares, botellas y poemas como lectores pueda haber. Existen tantas ideas como mares extensos e infinitos podamos imaginar. Pero también nos invita a imaginarnos cuales pueden haber sido los versos escritos, unos versos que tienen que ver con mares, con sus playas y rocas y con rescates y auxilios de alguien que no sabemos quién es, que podemos pensar que puede ser un hombre una mujer. Lo que menos importa es el qué, sino qué es lo que podemos crear a partir de nuestra propia imaginación.

Para el poeta, todos y cada uno de nosotros llevamos en nuestro interior la capacidad para poder crear algo bello. Estos seis versos que escribe, que guarda dentro de una botella, es una puerta abierta a que cada uno de nosotros exprese con total libertad, a que descubramos nuestro yo interior y que seamos capaces de dejarnos llevar por una nueva ilusión, un nuevo camino vital, una trayectoria diferente que haga que nos sintamos más vivos, más emocionados y, sobre todo, sin que perdamos esa inocencia que cada uno tenemos, aunque pensemos lo contrario.

Únicamente tenemos que atrevernos a destapar esa botella, a abrir nuestro interior, nuestro propio yo y dejar que los sentimientos salgan por sí solos. El poeta nos invita a que salgamos de nuestra propia botella, eliminemos todo tipo de barreras que nos encierran y vivamos todo ese mar que está a nuestro alrededor.

Nota de Susana Marín.

Marín, Susana. Jul., 2015. Botella al mar, de Mario Benedetti. Poemario. Acceso en https://poemario.com/botella-mar/



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